Fueron lindos dias, no me puedo quejar. Me hacia falta algo de aire libre, alejado de la mierda de la urbe, dejando atrás por un rato el cemento, la mugre, la violencia... Bah, como dice la canción: "He muerto muchas veces acribillado en la ciudad, pero es mejor ser muerto que número que viene y vá", ¿o no? Salvo que lo de muerto lo reemplazamos por plena vida. Doy gracias por todo esto, el que lo entienda mejor así y el que no, bueno a dejarlo ahí. Yo me quedo con el pedacito de Luz.
Esperé un poco más a que saliera la luna. Y en un ratito apareció... y me quedé mirando como el torito, vigilandola como un centinela. En eso también llegaron las estrellas y luceros.
Sentado frente al lago sin más que pensar en lo mio, rodeado de verde, disfrutando la tarde. Me habia hecho de una gorra del Graf Spee allá por las sierras de los alemánes, y conseguí una Edelweiss para adornarla. Estaba algo cansado, y ¿ qué mejor lugar para sentarme?
Pepe, Pancho y yo caminabamos por el lecho del rio seco en Capilla del Monte, el día estaba pesado, pero soportable. El campamento habia quedado muy atrás y nos metiamos más por las sierras. En eso escuchamos una melodía... Venia de más allá, por el recodo del río. Nos quedamos tiesos, el Uritorco es raro, y con gente más rara aún (si es que hay alguien normal en este mundo). En eso, por entre las ramas apareció un viejo, caminando tranquilamente por un sendero, y tocando una flauta. Les recuerdo que estabamos en el medio del bosque. Eso fué por amplio margen, una de las cosas más extrañas que nos pasó ese dia. Vimos a Gandalf de las Sierras.
Mataba la humedad esa tarde. Los obreros se morian en sus puestos. Agarré la cámara y me puse a captar los traspies de estos hombres totalmente agotados. Era gracioso verlos mover las escaleras, subir baldes con ladrillos y demás. Que día.
Polvo, grasa, metal, cal, las nubes y el sol. Una herramienta para construir más y más edificios en el superpoblado paisaje urbano. Todo con grasa, metal y cal.
Fué toda una tarde de trabajo, cuidando las luces, preparando las tomas, los encuadres... un trabajo de estúdio. El calor era infernal, y afuera una tormenta arrazaba con Argüello. Pero de cualquier manera lo importante era terminar con la serie de fotos.
Otro experimento de hace tiempo. Las manos de un amigo y su bajo capturados en dos fotos distintas y unidas posteriormente... Que bueno era trabajar con papel fotográfico, reveladores, rollos, ampliadoras. Eran buenos tiempos.
No hay futuro sin pasado. No se puede empezar el año sin hacer remembransas... Urgando entre archivos y carpetas, y más archivos me topé con este compañero al que despojamos de arapos, paramos frente un cañon... Disparamos, y luego lo dejamos seguir con lo suyo, inmortalizandolo en papel fotográfico virado al cépia. No se puede correr sin aprender a caminar, y antes gatear, ¿o no? jaja.Como vuela el tiempo.
Un nuevo año, otro comienzo, otra vuelta al calendario. Los fuegos en el cielo nos marcan la partida y corremos al dia a dia. 2008, ¿Quién diría que llegariamos tan lejos?... Lo cierto es que recién comienza, y hay que seguir remando.