Caminando por las calles de más allá de Finisterre, Dr. Merkwürdigeliebe se frenó en la esquina del Bar Princesa a fumar un Parisiennse. De su cuello colgaba una cámara que hace poco se habia encontrado y con ella reflejo su mundo. Pidiome fuego mientras sacaba otro Parucho, y yo le extendi el encendedor... Me agradeció y me dejó unas fotos. Acomodó sus lentes miró a la calle, luego a mi, dio las gracias y se fué. Cada tanto me lo encuentro por ahí donde brillan las estrellas.
Una foto por lumbre es el trueque de cada encuentro. "Ya no hay más diarios que escribir" dijo un dia, "Si" le contesté.
jueves, 18 de octubre de 2007
¿Que pasó con Dr Merkwürdigeliebe?
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