"Rooodrigox, der glücklich Jipi!!!". Exclamó mi buen amigo al mostrarme ésta fotografía.
Estaba retocada con un poco de colorinche , eso si. Pero de todas maneras podía reconocerse el rostro de este personaje, del cual sabía que la música le inspiraba no se qué historias y fanfarrias. Lo cierto es que Merkwürdigeliebe le conocía, lo suficiente al menos como para hacerme una idéa de un buen tipo. Nos quedamos allí sentados obserbando la calle desde una mesita del Bar Princesa, con varias fotos desparramadas entre una botella de rubia cerveza y dos altos jarros casi despojados de su tesoros. Pasaron horas, y un poco más incluso. Y cada quién se fué a seguir con su vida.
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